Polos Paralelos - Tigre
Polos Paralelos
Créditos: Christian Winkler
Las dos caras de una misma historia
Bajo un mismo nombre, se albergan realidades muy diferentes. En el partido de Tigre, las viviendas promocionadas por sus espacios verdes y lagos, comparten otra realidad, la destrucción de humedales y la separación de los barrios vulnerables.
Por: Delfina Pepe
El nombre del municipio de Tigre surge en la época de los colonizadores, cuando era común la presencia de los yaguaretés y debido a su desconocimiento, los confundieron y llamaron tigres. Hoy, Tigre también es confundida como un lugar de puro descanso y recreación, cuando existen realidades muy diferentes bajo un mismo nombre. Muchas familias llegaron en busca de una vida ideal, llena de seguridad y lujos, a los barrios privados, pero en paralelo, conviven polos opuestos. Por un lado, muchos como Mariana de la familia Galluzo, atraídos por la paz, el verde y la tranquilidad, afirman: “Haría todo lo mismo, no me arrepiento de nada”. Ellos apostaron por el “páramo” de Nordelta en sus inicios, y hoy viven en Los Castores, uno de sus principales barrios.
Más que un simple barrio, Nordelta es considerada una localidad dentro de Tigre. “Una ciudad modelo que se inició en los 70 como proyecto de Julián Astolfoni inspirado en los suburbios de París”, describió Stéfano Carluccio Wallis, responsable de prensa de AVN (Asociación Vecinal Nordelta). Actualmente, 20 mil personas visitan a diario esta ciudad y más de 45 mil viven allí. Como mencionó el representante, Nordelta parece asimilarse a Un mundo feliz 2.0 a través de sus proyectos de urbanismo, actividades recreativas, cuidado de la fauna y la flora, y priorizar la escucha abierta hacia los vecinos. Así es como los Galluzo pueden disfrutar de los espacios verdes, la mejor cancha de fútbol de Nordelta y del gran centro gastronómico y comercial a 5 minutos de su casa. Pero además, uno de sus principales atractivos son sus cordones de seguridad donde se puede estar “tranquilo y completamente desconectado” de la situación de inseguridad en el país.
A pesar de estos grandes muros de seguridad, Carluccio Wallis, como representante de los barrios privados en Tigre, asegura que no existe una barrera con los barrios vulnerables vecinos. Tienen como objetivo trabajar en conjunto para acercarse a los barrios inmediatos y generar impactos sociales y económicos positivos. Así, ofrecen distintas habilidades y capacitaciones para desarrollar oportunidades laborales dentro de Nordelta y así permitir el acercamiento entre las comunidades.
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Sin embargo, existe una realidad paralela a la promocionada como un municipio verde rodeado por agua. Patricia Pintos, geógrafa de la Universidad de La Plata, concluyó de su estudio: “Las urbanizaciones sobre humedales cambian toda la topografía del lugar y se modifica el régimen de escurrimiento de ríos y arroyos, lo que perjudica al resto de urbanizaciones río arriba”. Así, explica que muchos de los lagos artificiales promocionados eran parte de estos humedales, rellenados para la construcción de los barrios privados. Esto no solo implica una destrucción total del suelo y de la flora y fauna nativa, sino que también genera una “injusticia ambiental” debido a que son las comunidades más humildes las receptoras de toda el agua de drenaje desviada en épocas de crecida. Entonces, Pintos expresó que esto solo contribuye a la “segregación socioespacial”.
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Aún así, las familias que buscan un espacio tranquilo en Tigre siguen aumentando. En los últimos 10 años, la población creció en un 18% y esto es facilitado por la gran cantidad de nuevos proyectos que se desarrollan en estos terrenos inundables a bajo precio. La geógrafa declaró: “El municipio ha tenido muy poca intervención en el destino de ese territorio, lo ha subordinado un poco a las expectativas del mercado”. Pero explica que la sanción de la Ley de humedales es esencial debido a que estos son necesarios para la calidad de vida de la sociedad en general siendo reguladores de temperatura, sumideros de dióxido de carbono, entre muchos beneficios más. Así, un “desarrollo más armónico” permitiría alojar a la población creciente sin la destrucción del ambiente y el resto de las comunidades.
Como parte de estos polos paralelos, a solo 10 kilómetros del lujo de los barrios privados se encuentra Garrote, o mejor conocida como la “villa más emergente de Zona Norte”. Su nombre se debe a que en su comienzo, los nuevos habitantes se peleaban por el terreno con garrotes. Los vecinos comentan como allí nunca llegaron los planes de acción conjunta desde los barrios o el municipio. Como es el caso de la capilla María, donde tres vecinas reparten su amor en un comedor solidario que se encarga de que más de 100 familias tengan su plato del día. “Los referentes acá no hacen nada para mejorar las calles, el intendente me lo prometió en mi cara. Cuando llueve no puedo venir a cocinar, ya está pasado de moda pisar el barro”, lamentó Norma, una de las cocineras. Pero siguen apostando por este barrio donde destacan la solidaridad entre ellos.
A poca distancia, conviven polos paralelos. En Villa Garrote, los vecinos luchan para conseguir alimentos, como Angie, niña de 14 años, dijo: “Siempre comemos de noche, no comemos de día”. Además, es difícil el acceso a la escolarización, tienen problemas habitacionales y de inundaciones. Así, en Tigre existen barrios privados con lagunas, clubes, canchas de deportes y también barrios donde vive Fátima que expresó: “Cometí el grave error de haberme bañado antes de hablar con la visitadora social. Si te ven bañado no te lo van a dar, por que si tienes para comprarte un jabón, tienes para el pan”.
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Muchas urbanizaciones cerradas están construidas sobre humedales. Pero, ¿qué pasa con estos ecosistemas?
Stefano Carluccio es el Jefe de Comunicación y Prensa de la Asociación Vecinal de Nordelta (AVN) y muestra cómo Nordelta se postula como la “ciudad modelo” del Gran Buenos Aires.
Los Galluzzo, familia de cinco integrantes, habitan en Nordelta desde sus inicios y continúan apostando por la ciudad diariamente.
A orillas del río Luján, en el límite entre los partidos de San Fernando y Tigre, y dentro del barrio Almirante Brown, la villa más emergente de Zona Norte, donde más de 800 familias caminan a diario sus pasillos.
